Historia

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Baní fue fundado el 3 de marzo de 1764 por el español Manuel de Azlor y Urries. En 1767 fue oficializada su condición de villa. El valle de Baní fue gobernado por un nitaíno o cacique llamado Baní, razón por la cual se originó este nombre. El nombre Baní, en el lenguaje indoantillano significa abundancia de agua.

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Este grafico corresponde a un mural pintado por Esmeralda Bobadilla en la plazoleta que esta frente al casino de Peravia. En ella se hace alusión a la reunión de los fundadores de Bani. El investigador banilejo Manuel Valera sostiene que el nombre Peravia se deriva de una corruptela del apellido español Peravia, que llevaba las señora Ana de Pravia, hija de Francisco Ruiz de Pravia y de Beatriz de la Rocha quienes habitaban en un hato que existió en los inicios del periodo colonial, propiedad localizada en la parte llana de la provincia, en los terreno de la comunidad llamada Cerro Gordo.
La misma señora de Pravia era la mujer de Cristóbal Colón y Toledo. En el valle de Baní, propiedad de la familia Colón y luego ligado a la estirpe de Doña Luisa Guerrero, consorte del Brigadier Capitán General de la Isla Don Ignacio Pérez Caro, los primeros maestros fueron los jesuítas. Ellos fueron a la vez los dueños primigenios del hato de Pizarrete, que más tarde habría de pertenecer a Don Tello y Don Juan Guzmán Villegas.

La ciudad fue fundada el 3 de marzo de 1764 bajo la gobernación del Capitán español, Mariscal de campo, Manuel de Azlor y Urries, cuando los vecinos compraron un predio a los dueños de «Cerro Gordo» por la suma de 370 pesos fuertes. En dicha negociación, participaron Don Manuel Franco de Medina (el cura párroco) representando a los dueños, mientras que el general Pablo Romero representó a los vecinos.

Según Joaquín Incháustegui, por los años de 1789 Baní tenía 100 casas y 2,000 habitantes. El año 1805 el General Dessalines incendió la ciudad de Baní. Cuando el intento de ocupación de la incipiente nueva república haitiana. Reconstruida en parte,en el año 1810 se instala su primer ayuntamiento. Con anterioridad ya poseía un cementerio, ubicado donde se cruzan las calles Santomé y Libertad. Dicho cementerio estuvo funcionando hasta el 1828 más o menos. Luego de esta fecha los muertos eran enterrados en el cementerio viejo (al lado del estadio de softball).Desde sus mismas raíces el desarrollo de Baní va ligado al hecho educativo. En los primeros tiempos de la Colonia, la educación estuvo a cargo de sacerdotes y frailes franciscanos, que llegaron de España con el Almirante Cristóbal Colón. Entre los maestros de educación más antiguos del Valle estuvieron el sacerdote Don Juan de Dolis, en 1638 y Fray Juan de Madera en 1658. En Baní se construyó hace muchos años uno de los primeros canales de riego, llamado «Juan Caballero», y una regola que regaba las tierras de norte a sur.

El municipio de Baní está habitado principalmente, en su zona oeste, por familias de origen canario, gallego y catalán y en la parte costera sur, por familias de origen africano cuyos antepasados se liberaron del régimen de esclavitud a que fueran sometidos por los colonizadores.
Entre las familias que fundaron a Baní, podríamos mencionar a: los Franco, Cintron, Guridi, Gómez, Báez, Paulino, Guerrero, Medina, Villar, Ortiz, Soto, Gómez, Marcano, Romero, Castillo, Peña, Tejeda, Lara, Diaz, Lizardo, Feliz, Melo, Acevedo, Rosario, Carmona, Pequero, Maldonado, Martínez, Aguasvivas, Troncoso, Arias, Mejia, Calderón, Martín, Valverde, Pimentel, Lajara.