A pesar de que aún el mercado continúa en funcionamiento, se han hecho algunos aprestos para dar paso a la gran renovación del importante centro comercial, donde diariamente acuden cientos de personas a realizar las compras de sus productos de primera necesidad.

Con el propósito de evitar la irrupción de la intervención inicial al mercado, el Arq. Ismael Díaz Melo, diseñador y supervisor oficial de la obra, señaló como alternativa viable el cierre de las calles Nicolás Heredia y Máximo Gómez con 27 de Febrero, así como la colocación de vallas publicitarias en las proximidades del lugar, a fin de mantener a la población informada sobre el porqué de la clausura del trayecto antes mencionado, esto para no originar descontento en los transeúntes.

Los mercaderes manifestaron su deseo de que las casetas que se vallan a elaborar tengan todas las mismas amplitudes y espacios para no generar inconformidades y que el pasillo del local sea bien distribuido y organizado, de tal manera que quienes acudan a realizar sus compras puedan circular libremente. Resaltaron además que gracias al ejecutivo municipal, Chacho Landestoy, quien dispuso la designación de policías municipales en el mercado público, han disminuido considerablemente los robos y desacatos, que a todas horas del día se presentaban.

La delegación que respaldó el encuentro, estuvo conformada por el encargado del mercado municipal, Constantino Castillo, la directora de la obra, Yeni Lucelina Arias, el vicepresidente interino de la Asociación de Mercaderes, Julio Ramírez, el tesorero, Andrés González, encargado de disciplina y conflictos, Daniel Vallejo, comisario, Joan Francisco, secretario de educación, Lic. Carlos Mateo, secretario de prensa, Adelin Mejía, primer y segundo vocal, Carolina Cuello y Santo Lara respectivamente, representantes de descargadores, Pedro Zapata,

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